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Briza descubrió nuevos horizontes con Quellaveco.

A veces, la experiencia profesional no solo reafirma lo aprendido, sino que lo transforma. Para Briza Villanueva, su paso por Quellaveco no fue solo un comienzo laboral, sino una oportunidad para descubrir formas distintas de ejercer la carrera que eligió. Su historia muestra cómo la tecnología, cuando se combina con el esfuerzo y dedicación personal, puede abrir caminos inesperados.

“Trabajo en MAGMA Consulting para Quellaveco. Nací en Tacna, pero desde muy pequeña, con toda mi familia, nos fuimos a vivir a la provincia de Ilo (Moquegua). Estudié la carrera de Construcción Civil, que abarcaba topografía, ejecución de obras y elaboración de expedientes técnicos. Yo vine con una mente en la que, literalmente, íbamos a salir al campo, nos íbamos a mover, íbamos a poner estacas, subir, bajar, pero cuando llegué aquí todo fue diferente”.

“Aquí ya se trabajaba con equipos especializados. Y lo diferente, y que me marcó, fue el trabajo y levantamiento [de información] con drones. Ahí fue como que mi mente se expandió. Bueno, y gracias a todo lo que experimenté, puedo estar aquí, no solamente por el conocimiento, sino por la habilidad y el esfuerzo”.

Hoy, Briza continúa su desarrollo profesional trabajando para uno de los socios estratégicos de Quellaveco, donde aplica lo aprendido durante sus prácticas. A sus 25 años, su consejo para quienes recién inician es claro: “esforzarse, actuar con propósito y no dejarse limitar por el temor a lo desconocido”.