Moquegua, situada en el sur del Perú (entre Arequipa y Tacna), es una de las regiones menos extensas y pobladas del país, pero su impacto en el desarrollo nacional ha sido significativo. Históricamente, tuvo un papel clave en la independencia del Perú y la Guerra del Pacífico; hoy, su contribución continúa a través de su gente, sus industrias y su liderazgo en diversos ámbitos.
En el 2024, Moquegua se consolidó como la región más competitiva del país, desplazando por primera vez a Lima Metropolitana en el Índice de Competitividad Regional (INCORE), elaborado por el Instituto Peruano de Economía. Este resultado se debe a su sólido desempeño en sectores clave: mantiene el PBI per cápita más alto del país, es la región con mayor ingreso promedio por trabajo y presenta una de las tasas de empleo formal más elevadas. También ha logrado avances significativos en educación, alcanzando la mayor tasa de asistencia escolar y reduciendo los niveles de analfabetismo.
Además, Moquegua destaca por su estabilidad institucional y capacidad de gestión. Es la región con mayor eficiencia en la resolución de expedientes judiciales y una de las de mejor desempeño en ejecución de inversión pública. Su liderazgo en estos ámbitos ha contribuido a generar un entorno favorable para el desarrollo económico y social.
Paralelamente, Moquegua también ocupa el primer lugar en el Índice de Progreso Social Regional del Perú (IPSRP) 2024, con una puntuación de 66.4 sobre 100, superando al resto de regiones del país. En este estudio, resalta especialmente en la dimensión de oportunidades, gracias a su alto nivel educativo, acceso a información y telecomunicaciones, y la participación cívica de su población. Si bien su progreso social es el más alto del Perú, el informe señala la necesidad de seguir diversificando su economía para sostener su desarrollo en el largo plazo.
Conocida como la “Capital del cobre peruano”, Moquegua ha liderado la inversión minera en el país en los últimos años, impulsada en gran medida por Quellaveco.
Su estructura productiva combina minería, manufactura, construcción y agricultura, con cultivos destinados a mercados internacionales. A la par, la región ha avanzado en la diversificación de su economía y la mejora de su infraestructura, buscando garantizar un desarrollo sostenible a largo plazo.