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Desde las alturas, Aynne Anchante Rondán observa Quellaveco desde otra perspectiva. No solo porque su labor como topógrafa le permite trazar con precisión cada rincón de la mina, sino porque, además, es piloto profesional de drones.
Su historia en la minería comenzó de manera inesperada. En un inicio, soñaba con ser médica, pero la vida tomó otro rumbo. Su madre la inscribió en un concurso de becas y, por error, eligió otra carrera. Ella quería fotografía, pero se había inscrito en la de topografía. Ese giro inesperado del destino la llevó a un sector en el cual ha construido una sólida trayectoria profesional.
Hoy, Aynne forma parte del equipo de Quellaveco, donde aplica tecnología para optimizar su trabajo. Y, claro, toma fotografías, pero mucho más: pilotea los drones que ayudan a captar imágenes y videos de todas las aéreas de la mina.
Como en muchos ámbitos técnicos, el camino no ha sido sencillo. Pero, la perseverancia y la adaptación le han abierto oportunidades.
El sector minero, históricamente, ha tenido poca representación femenina. Y si bien la presencia de mujeres ha ido aumentando con el tiempo, todavía hay desafíos por enfrentar. En su caso, el apoyo de su familia ha sido clave. “El respaldo de mis padres y el amor por mi hijo me han impulsado a seguir adelante”, comenta Aynee.
Asimismo, considera fundamental mantenerse actualizada en el uso de nuevas tecnologías y herramientas. “No hay límites para quienes buscan aprender y mejorar”, señala, destacando la importancia de la capacitación continua en su labor.
Anglo American impulsa iniciativas para fomentar la participación de más mujeres en la minería y en áreas vinculadas a la ciencia y la tecnología. “Hay programas para mejorar la educación, transformar escuelas en centros de innovación y dar visibilidad a nuestras profesionales”, explica Aynne.
A quienes deseen desarrollarse en el sector, les aconseja confiar en sus habilidades y estar abiertas a la innovación. “Es importante aprovechar las oportunidades de aprendizaje y no tener miedo de asumir nuevos retos”, agrega.
Más allá de su labor individual, Aynne destaca la importancia del trabajo colaborativo. “Formo parte de un equipo que desarrolla actividades clave para proveer información a distintas áreas de la mina. Todo se logra gracias a la coordinación y el esfuerzo conjunto”, menciona.
Su historia es un reflejo de cómo la minería está evolucionando y abriendo más espacios para la diversidad de talentos. Con compromiso y aprendizaje constante, ha encontrado en este sector un camino de crecimiento profesional.