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En Moquegua se está llevando a cabo un proyecto de gran envergadura: la creación de un bosque de queñuas que abarcará 100 hectáreas. Esta iniciativa, conocida como “Quellaveco deja huella verde”, tiene como objetivo principal proteger y conservar esta especie forestal, endémica de la región y que contribuye a preservar los suelos, evitando su erosión. Este proyecto forma parte del Plan de Minería Sostenible de Anglo American y representa un compromiso con el medio ambiente.

Este esfuerzo, ejemplo de como la minería puede aportar al cuidado del medio ambiente, ha cosechado en diciembre último su primera certificación internacional de parte de la Wildlife Habitat Council (WHC), organización conservacionista sin fines de lucro que ayuda a preservar y mejorar la biodiversidad en terrenos corporativos. Desde hace más de 30 años, la WHC promueve y certifica la conservación de los hábitats naturales y la gestión de las tierras a través de alianzas y de la educación.

En los primeros días de febrero, y por cuarto año consecutivo, el equipo de Anglo American y sus socios estratégicos volvieron a los alrededores de Quellaveco para sembrar nuevos plantones de queñuas. 

A la fecha, ya se han logrado plantar 16 mil ejemplares de queñuas en la zona de Quellaveco, lo que equivale a 38 hectáreas. La queñua es un arbusto típico de los climas de sierra con una característica muy importante: previene la erosión de los suelos. Sin embargo, hoy se encuentra estado vulnerable, por lo que su protección es clave para el medio ambiente.

“Esta campaña de ‘Quellaveco deja huella verde’ demuestra nuestro compromiso con el medio ambiente y cómo podemos convivir con nuestra operación y la naturaleza en sí”, señaló Manuel Valverde, gerente de Estrategia y Confiabilidad de Activos de Anglo American, durante la reciente jornada de siembra de queñuas.

Las queñuas de Quellaveco se cultivan en nuestro moderno invernadero inteligente. Este novedoso espacio, el primero de su tipo implementado por una empresa minera en el continente, cuenta con un cerebro digital que automáticamente programa todos los parámetros que necesita una planta para mantener un adecuado crecimiento, como la temperatura, radiación ultravioleta y necesidad de riego, entre otros.

El invernadero es parte del proyecto Bio 4.0 para la gestión inteligente y sostenible de la flora en Quellaveco y ha sido clave para el éxito de esta iniciativa que utiliza tecnología de punta para la propagación de la queñua, especie clave en el ecosistema regional.

El proyecto Bio 4.0 nos acerca a cumplir con una de las metas más ambiciosas de nuestro Plan de Minería Sostenible: alcanzar el impacto neto positivo en la biodiversidad de Moquegua, lo que significa que la empresa espera generar una mejora real y significativa en la flora y fauna local, en comparación a las condiciones encontradas antes de iniciar sus operaciones mineras.