En Anglo American somos conscientes de la importancia que tiene el agua para las comunidades donde operamos. Por ello, Quellaveco fue diseñado con un esquema para el uso del agua o esquema hídrico que busca generar valor compartido en la cuenca, y que cumple con todos los requisitos solicitados por las autoridades.
Como consecuencia de ello, la Autoridad Nacional del Agua (ANA) ha aprobado las licencias que respaldan nuestro compromiso y respeto por los recursos hídricos de nuestra región y de nuestro país.
Imagen panorámica del río Titire, principal fuente de agua de Quellaveco.
Agua para nuestras operaciones
La aprobación de la Licencia de Uso de Agua para la operación de Quellaveco —otorgada en agosto de 2022— es el resultado de un proceso transparente iniciado en el 2008. Mediante estudios, hemos demostrado que no afectamos la disponibilidad de agua para la población o para agricultura, ni en Moquegua ni en la cuenca del río Tambo, en Arequipa.
Esta licencia establece que la principal fuente de abastecimiento de agua para Quellaveco es el río Titire, cuyas aguas superan largamente los niveles de boro y arsénico establecidos tanto por entidades internacionales competentes, como las Naciones Unidas, como por las autoridades peruanas. Por esta razón, estas aguas no son aptas para ningún ser vivo, humano, animal o vegetal.
La fuente de agua que usaremos, de forma complementaria y en menor medida, será la proveniente de la presa Vizcachas, que tiene capacidad para almacenar 60 millones de metros cúbicos de agua durante periodos de excedentes hídricos, y que tiene como finalidad principal la entrega de agua para el cumplimiento de los compromisos establecidos con Moquegua y el valle del Tambo.
De esta manera, Quellaveco no disminuirá el agua destinada a la población u otras actividades como la agricultura o ganadería en el valle del Tambo; por el contrario, el agua almacenada en la presa Vizcachas ayudará a mejorar la calidad del agua de la cuenca, al reemplazar el agua captada del río Titire durante los periodos de estiaje con agua de buena calidad de la Presa Vizcachas, mejorando las condiciones del agua que luego será usada por la población y la agricultura.
El tratamiento de las aguas de contacto
Un punto importante tratado por la comunidad moqueguana y las autoridades locales fue cómo Quellaveco debería proceder con las llamadas “aguas de contacto”. Se trata de aquellas aguas de lluvia que caen sobre las zonas de operación o que aflorarán en el tajo o sus inmediaciones, y que, al entrar en contacto con las labores mineras, pueden alterar sus características y representar un riesgo ambiental si no son gestionadas responsablemente.
Ante ello, Quellaveco llegó a un acuerdo para realizar obras complementarias para la protección del río Asana y que estas “aguas de contacto” no sean descargadas al medio ambiente. Este principio se denominó “descarga cero”.
Este proceso significa que las aguas de contacto no se descargan, sino que se captan y se utilizan en el proceso minero, asegurando que no retornen a cuerpos naturales de agua, para resguardar el medio ambiente y la salud de los moqueguanos.
Foto de la presa de Vizcachas, cuya agua usaremos como fuente complementaria para nuestra operación
En el marco del procedimiento para obtener los permisos necesarios para captar las aguas de contacto (y de esta manera cumplir con la “descarga cero”), el 30 de junio del 2021 la Autoridad Nacional del Agua (ANA) aprobó el estudio de disponibilidad hídrica. En él se estimó la cantidad de aguas de contacto que pueden generarse en la zona de la operación minera, producto de la lluvia y de la perforación progresiva del tajo.
Así, luego de cumplir escrupulosamente con los procesos establecidos por la Ley en los que participó la población de Moquegua, las autoridades nacionales y las de la región, es que se nos concedieron las licencias para usar el agua en Quellaveco.
Nuestras licencias, como no puede ser de otra manera, son resultado de un extenso y transparente proceso, sometido a una exhaustiva revisión por parte de las autoridades y al diálogo permanente con las comunidades.