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En el mundo se llevan a cabo actualmente diversos esfuerzos para detener el calentamiento global, fenómeno que está provocando una serie de cambios en los patrones meteorológicos de la Tierra, llevándonos a climas extremos.

 La ciencia coincide en que el calentamiento global se produce por los gases de efecto invernadero en la atmósfera. El principal de ellos, el dióxido de carbono, procede en gran parte del sector energético y del uso de combustibles fósiles como la gasolina y el diésel.

Por ello, los expertos apuntan que la transición energética es de suma importancia para combatir el cambio climático. Dicho proceso busca pasar de un sistema energético que se basa principalmente en los combustibles fósiles a uno de bajas emisiones o sin emisiones de carbono, basado en fuentes renovables de energía.

 Y es allí donde el cobre desempeña un papel vital pues es uno de los metales que conduce mejor la electricidad, además de tener resistencia a la corrosión y flexibilidad. Y por ello es un insumo y componente clave de aquellas instalaciones donde se captan y producen energías renovables.

Por ejemplo, una central de generación de fuente térmica convencional, que usa combustibles fósiles, requiere de alrededor de una tonelada de cobre en sus turbinas para producir un megawatt de electricidad, mientras que una de fuente eólica necesita de 3 a 5 toneladas por megawatt.

En el 2021, el panel solar de tamaño comercial más eficiente del mundo —construido por la compañía australiana Sundrive Solar— fue hecho con cobre. El uso de este metal puede abrir la puerta a la fabricación de paneles solares más económicos y sostenibles.

De igual manera, en los próximos años se vislumbra una mayor demanda de cobre debido a la mayor fabricación de vehículos eléctricos. El cobre es uno de los principales componentes de estos vehículos por ser el metal que mejor transmite la electricidad. De hecho, un auto convencional contiene 23 kilogramos de cobre, mientras que uno eléctrico puede llevar hasta cuatro veces más esa cantidad, distribuida en el motor, componentes eléctricos y baterías.

 La consultora Wood Mackenzie estima que el crecimiento de la demanda de cobre de las minas crecería en 1.5% anual de 21 millones de toneladas en el 2021 a casi 34 millones en el 2050. Este 1.5% incluye la demanda de cobre por la transición energética que demanda el cambio climático.

Proyectos como Quellaveco fortalecerán la producción de este metal, al ser uno de los yacimientos de cobre más importantes del mundo a ser explotados. Contamos con 1,700 millones de toneladas de reservas minerales y estimamos una producción anual de 330,000 toneladas de cobre durante los cinco primeros años de nuestra operación.

De otro lado, es importante destacar que nuestra operación minera en Moquegua fue diseñada para operar con energía 100% renovable y con la mayor eficiencia posible, aprovechando todas las ventajas que la tecnología actual nos otorga.

 Para lograrlo, tenemos que transformar completamente nuestra matriz energética. Por ello, en marzo del 2021, firmamos con la generadora Engie Energía Perú un contrato para que suministre a Quellaveco energía de fuentes renovables desde la futura Central Eólica Punta Lomitas, que se ubicará en Ocucaje, Ica. Esta obra ya tiene un avance de más del 90% y pronto suministrará la energía limpia que nuestra mina necesita.