El proyecto se realiza a pedido de los productores agropecuarios de los seis distritos de la provincia General Sánchez Cerro, que demandan el servicio de sanidad vegetal mediante el uso de controladores biológicos para la protección de cultivos frutales.
Desde el nuevo Centro de Control Biológico, el más moderno e importante de la región, los especialistas identificarán el tipo de plagas que existe en las especies de frutales (palto, vid, chirimoya, lima de olor y manzana, entre otros) y, una vez identificadas, se propondrá la crianza de un controlador biológico específico.
Junto con esta innovación para el desarrollo de la agricultura en Moquegua, los agricultores deberán capacitarse para implementar esta tecnología, entendiendo su importancia y eficacia.
Este proyecto se realiza en alianza con el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (SENASA), organismo que regula la sanidad agraria en el país.
Según la entidad supervisora, los controladores biológicos tienen mayor éxito en zonas con un uso pequeño y limitado de productos químicos y/o fertilizantes sintéticos, como es el caso de Omate, distrito que sobresale por sus productos ecológicos.
De acuerdo con SENASA, el uso del control biológico de plagas no deja residuos químicos y actuar de manera más específica y permanente, siendo una alternativa viable en el manejo de la sanidad vegetal.
Además de las avispas, en el nuevo Centro de Control Biológico de Plagas Frutales se criarán 11 insectos más que servirán para la proteger los sembríos moqueguanos, como el euseius stipulatus (ácaro depredador), el sympherobius barberi (mariquita depredadora de piojo harinoso) o el orius insidiosus (chinche depredador de trips).