Más de 300 comuneros de la zona de influencia directa del proyecto Quellaveco fueron capacitados por Anglo American en especialidades relacionadas a la industria de la construcción y operación de maquinaria pesada. Los participantes pertenecen a las comunidades campesinas de Aruntaya, Cambrune, Tumilaca, Pocata, Coscore y Tala, y al Centro Poblado de Titire.

La capacitación y certificación estuvo a cargo de Tecsup, institución que desarrolló un programa de entrenamiento con clases teóricas y prácticas, en especialidades como topografía, albañilería, metalmecánica, logística, ofimática y operación de maquinaria pesada como cargador frontal, excavadora hidráulica, volquetes y camiones de gran tonelaje.

El programa cubrió el costo total de la capacitación, los materiales de estudio, equipos de protección personal, así como los traslados, alimentación y estadía de aquellos comuneros que viajaron a la ciudad de Arequipa para realizar sus estudios en el campus de Tecsup. “Vine con muchas expectativas y me voy conforme, sabiendo que estoy cumpliendo una de mis metas” sostuvo David Mamanchura Ramos, durante los días finales de su entrenamiento.

De esta forma Anglo American cumple con sus compromisos asumidos con las comunidades vecinas, generando mejores oportunidades para las familias de la zona de influencia directa del proyecto Quellaveco. 

52% de egresados consiguió empleo

Gracias a estas capacitaciones, los participantes mejoraron sus conocimientos y habilidades ocupacionales, lo que se tradujo en nuevas oportunidades laborales. De acuerdo con información de la Oficina de Apoyo al Empleo Local (OAEL) y datos de Tecsup, el 52% de los egresados de este programa consiguieron empleo en Quellaveco y distintas empresas del país.

En muchos casos, los comuneros tenían conocimientos previos, pero no contaban con una certificación que avale esa experiencia. La certificación de Tecsup significó un impulso en sus hojas de vida, mejorando su calificación en los procesos de selección. Los egresados ahora forman parte de la mano de obra calificada de sus comunidades y se encuentran en mejores condiciones de empleabilidad.

Este programa de capacitación representó también, para muchos de los comuneros participantes, la oportunidad que buscaron por muchos años, pero no tuvieron por falta de recursos. “Siempre he soñado ser un operador de cualquier máquina, pero no tenía los medios suficientes para poder capacitarme o ingresar a un instituto. Ahora doy gracias por tener esta oportunidad y haber cumplido mi sueño” señaló Agustín Manzana Cacallica.

Por su parte, Víctor Jorge Choquehuanca, del Centro Poblado de Titire, nos demuestra que nunca es tarde para alcanzar un sueño. “Esta ha sido una de las experiencias más bonitas que he vivido. Nunca pensé que tendría esta oportunidad, de viajar por primera vez a Arequipa y estudiar en un instituto tan prestigioso. Pero nunca es tarde” dijo al finalizar su entrenamiento.