En primer lugar, el constructor, desde una estación a distancia, diseña virtualmente las rutas de los camiones autónomos y gestiona los planes de carga del mineral que es extraído del tajo y llevado hacia la chancadora primaria. El controlador, por su parte, monitorea el estado de los equipos para minimizar retrasos, además de las tareas del personal y la producción de cada turno; mientras que el técnico de campo es un enlace para conocer lo que sucede en el campo y también evalúa desde su posición la manera de mejorar el desenvolvimiento de los camiones. Estos tres puestos garantizan el funcionamiento fluido y continuo del sistema autónomo.
La autonomía genera valor para una operación minera, incrementando su productividad, pero también haciéndola más segura para todos, pues ya no hay personas expuestas en actividades de campo. Con el uso de perforadoras y camiones autónomos en Quellaveco vamos rumbo a ser la primera mina 100% digital del Perú.