El ejecutivo no tiene dudas de que el trabajo cambiará como resultado de la adopción de nuevas tecnologías en la próxima década y que no necesariamente significará una reducción de empleos, pues se crearán nuevas oportunidades de trabajo.
“Hay que trabajar con nuestros socios para maximizar las oportunidades de empleo. Para el trabajo del futuro es importante la formación en capacidades y destrezas. La adaptabilidad y la resiliencia también. Esto se trata de un aprendizaje constante, con cambios más extensivos y grandes. Va a haber una renovación continua de destrezas y un desarrollo sustantivo de nuevas”, añadió Walker-Jones.
Finalmente, el experto resaltó que la educación será clave para que las sociedades sigan avanzando: “Las organizaciones van a tener que entregar contribuciones significativas para tener una mejor sociedad y aumentar los tipos de trabajo y destrezas necesarios para el éxito. En sitios donde hace falta trabajo, las compañías pueden ayudar a que todos progresen, colaborando con bienes y servicios, y financiamiento”.
Este tipo de iniciativas, por ejemplo, ya son puestas en práctica en Quellaveco, donde se apoya de distintas maneras a la educación en todos sus niveles en la región Moquegua.